jueves, 8 de septiembre de 2011

ECOSISTEMAS ARTIFICIALES

Desde su aparición,  la actividad  humana ha ocasionado grandes perturbaciones a los ecosistemas naturales.  La necesidad de alimento, asentamiento, la explotación industrial y comercial, ha convertido las sabanas, bosques, selvas, ríos y mares en áreas adecuadas para el cultivo, la vivienda y la comunicación del ser humano.  A ellas las denominamos ecosistemas artificiales.

En los últimos 200 años, las áreas ocupadas por el hombre han crecido considerablemente a causa del incremento de la población y de los avances tecnológicos, que permiten mayor rapidez y eficiencia en los procesos productivos.  Se estima que el 29% de la superficie terrestre, sin contar la Antártida y Groenlandia, ha sido reemplazada por ecosistemas artificiales.
Podemos considerar  dos grandes grupos de ecosistemas artificiales: los ecosistemas agropecuarios y los ecosistemas urbanos.


ECOSISTEMAS AGROPECUARIOS
Estos comprenden:

·      Los cultivos de subsistencia: desarrollados por millones de campesinos en el mundo
·      Los monocultivos: o cultivos de un solo producto a gran escala
·      La cría de ganado: y otros animales

Los ecosistemas agropecuarios cubren alrededor de 330.000 millones de hectáreas, es decir un 26% del área terrestre.  Se ubican principalmente sobre antiguas praderas, bosques, montañas y humedales.
Cerca de un tercio de los bosques y de las selvas del planeta han sido convertidos en áreas agropecuarias, mientras que las praderas han sufrido este proceso en la mitad de su tamaño original.  Sin embargo, en algunos lugares como la India, China, Indonesia y Europa, no es posible extender más los cultivos, debido a la falta de espacio.  En las áreas tropicales, las tierras destinadas al cultivo aumentan a costa de las selvas.

La importancia del ecosistema agropecuario, radica en que provee el 99% de calorías que consume la humanidad y el 90% de la proteína animal.  Genera fibras como el algodón y el lino así como productos usados por la industria.
También es fuente de una de las mayores fuentes de empleo.

AGROPECUARIOS
 Desde la década de 1970 se han desarrollado varias técnicas para hacer más productiva la actividad agropecuaria.  Entre ellas se cuentan: los fertilizantes, la maquinaria y las plantas y animales mejorados genéticamente.

Estos adelantos han permitido aumentar considerablemente el volumen de los alimentos.  Sin embargo, los beneficios que esto representa no cobijan a toda la humanidad.  A pesar de que existe la suficiente cantidad de productos para nutrir a todos los habitantes del planeta, su distribución sigue siendo desigual.
La transformación del paisaje
En la medida que se ha ido ocupando más espacio, se han generado cambios en la flora y la fauna de muchos lugares.  Así, por ejemplo, antes de la conquista española el territorio latinoamericano no tenia bovinos.  El español trajo las primeras cabezas de ganado y con ellas varias especies de plantas para su consumo.  Estos dos elementos se constituyeron en pilares de la transformación de territorios que antes albergaban selvas y fauna nativa.




ECOSISTEMAS URBANOS
Estos ecosistemas son el resultado de la construcción de ciudades. Alrededor de 3000 millones de personas habitan actualmente en urbes, se benefician de los múltiples Servicios que ellos les ofrece, entre los cuales tenemos: comercio, empleo, producción industrial, educación y cultura.

El área que cubre estos ecosistemas es el 4% de la superficie terrestre, es decir, 471 millones de hectáreas.  Se calculan que las ciudades crecen a razón de 160.000 personas por día, ya sea por nacimientos y desplazamientos de la población.  Este acelerado proceso ocasiona la aparición del asentamiento no controlados, tales como los barrios de invasión, y hace que los gobiernos tomen medidas migratorias restrictivas.

La huella ecológica
Además de las viviendas, los ecosistemas urbanos comprenden redes de transporte, infraestructura y diferentes tipos de organismos.  En su interior también encontramos vegetación y zonas verdes, las cuales cumplen una función de esparcimiento, estética y purificación del aire.

Es general las ciudades utilizan recursos de otros ecosistemas y expulsan grandes cantidades de desperdicios.  Por ejemplo, traen alimentos de los campos vecinos, y expulsan desechos que son depositados en los ríos y basureros.

Para calcular el consumo de un ecosistema urbano se creó el concepto de huello ecológica, la cual consiste en el área geográfica necesaria para proporcionar los recursos obtenidos directa o indirectamente por un grupo humano. La huella ecológica de una gran urbe es de 500 a 1.000 veces el área de la misma. Esto quiere decir que la Tierra no podría resistir que se extendiera a todo el planeta el nivel de consumo propio de los países industrializados.



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